Eijiro Saito, de 25 años, acaba de terminar la licenciatura en medicina en la Universidad Eiroku. Al licenciarse, comienza sus prácticas como médico en el Hospital Universitario Eiroku cobrando una auténtica miseria por su trabajo. Saito vivirá en carnes propias la cruda realidad de la medicina japonesa y deberá intentar sobrevivir a un entorno hostil donde se valora más el beneficio económico que los valores humanitarios en el ejercicio de la medicina.
Sentimientos de impotencia, resistencia al cambio, una sociedad estancada. Saito, lleno de remordimientos por lo ocurrido con Ozawa, no deja de preguntarse si todo lo que hizo sirvió de algo.
¡Descubre el desenlace en este último tomo!