Ashirpa tomó una decisión y ahora no hay vuelta atrás. Ella, Sugimoto y Shiraishi se lanzan de cabeza en una huida precipitada y helada, aunque quizá la séptima división no sea el enemigo más terrible.
Cuando los osos atacan por sorpresa, solo el cazador más experimentado logrará vencer su furia. Pero ¿y los fantasmas?