Nadie en la aldea Miyamoto es capaz de hacerle frente al beligerante Takezo, quien infunde terror en los habitantes y es apodado “vil demonio”. No obstante, el monje Takuan, con ayuda de Otsu, se las ingenia para capturarlo y decide colgarlo de un árbol.
Mientras padece su tormento, Takezo reflexiona sobre el río sangriento que ha sido su vida desde que era niño. En el umbral de la muerte, ¿se rendirá para extinguir su dolor, o levantará su mirada en pos de la redención?