Yato es un dios sin hogar. ¡Ni siquiera tiene un santuario, por no hablar de adoradores!
Entonces, para lograr sus ambiciosos objetivos, creó un servicio para ayudar a los necesitados (por una pequeña tarifa), con la esperanza de recaudar suficiente dinero para construir el lujoso templo de sus sueños.
Por supuesto, no puede permitirse el lujo de ser quisquilloso, por lo que Yato acepta todo tipo de trabajos, desde encontrar gatitos perdidos hasta ayudar a un estudiante a superar a los matones en la escuela.
Incluye: