Japón, el paÃs de la piruleta. Por desgracia para nosotros, son muchos los japonófilos que se niegan a ver la verdad más allá de su fantasÃa, la de un Japón idealizado donde los pedos de las meidos (maids, doncellas) de Akihabara (o Sotokanda) huelen a fresa.
Queda mucho para despertar del letargo cultural en el que estamos sumidos, pero Joe Jack parece que no se conforma con el statu quo y nos regala sus testimonios más crudos y reveladores acerca de una sociedad que aún esconde mucha mierda bajo el tatami. Con su empÃrica prosa, el autor es capaz incluso de embellecer el ritual del suicidio y los plantones de las japonesas en citas milimétricamente planeadas para nada. Al final, su Dark Japan será tan oscuro como vuestra merced, el lector, desee.