Han pasado dos años desde que Trevor y Gene empezaron a vivir juntos. El muchacho, inmerso en sus estudios y lejos ya de la aldea que lo vio crecer, descubre que los ensayos que ha escrito para clase han despertado el interés de una profesora canadiense.
Gracias a Trevor, un hombre bueno y digno de confianza, disfruta de una vida colmada de amor. Sin embargo, es dolorosamente consciente de que apenas se ha alejado 200 millas de la aldea en la que nació… y el mundo es demasiado ancho para conformarse con ello. Cuando Trevor comprende que Gene desea viajar y continuar sus estudios en el extranjero, aplaude su iniciativa por mucho que le parta el corazón.
1992. En pleno verano neoyorquino, Trevor descubre que su sobrino ha estado leyendo a escondidas el diario en el que ha conservado durante años los recuerdos de Gene.